Un orador renombrado inició un seminario mostrando al auditorio un billete de €100 euros. Dirigiéndose a los 200 espectadores preguntó:
“¿Qué es este papel y tendra acaso algún valor?” Alguien respondió: “Es un billete de €100 euros que vale tanto en el mercado nacional como el internacional para pagos de productos, servicios y demás por su valor nominal”, respondió uno de los muchos participantes que levantaron la mano.
El orador procedió a abollar el billete de €100 euros con ambas manos hasta convertirlo en una bolita de papel arrugado. A continuación, la desplegó nuevamente y tras un intento fallido de enderezarlo preguntó: “¿Ahora, aún podrá negociarlo por su valor nominal?”
“¡Sí!” fue la respuesta contundente de los participantes.
“Bueno,” dijo, “Parece que no le he hecho lo suficiente, ¿Qué pasa si hago esto?” arrojando el billete al suelo y pisándolo con su zapato. Luego lo recogió, todo arrugado, sucio, dañado y difícil de reconocer a distancia. “¿Alguien quiere cambiarlo por su valor de cotización?” Muchos alzaron la mano.
“Creo que el billete aún mantiene su valor”, respondió un participante en con voz dudosa. “El billete todavía puede traer bienes por el valor de €100 euros”, dijo otro participante. Todos estuvieron de acuerdo.
“Amigos míos, hay una lección muy valiosa para aprender de este ejercicio. Delante de sus ojos he desfigurado, mutilado y alterado el billete. Sin embargo, no importa lo que hice con el billete, todavía confirmaron su carácter negociable porque estaban seguros de que a pesar de mis acciones, no disminuyó su valor. Aún es un billete de curso legal por el valor de €100 euros”
Muchas veces en nuestra vida caemos, nos arrugamos, o nos “revolcamos en la tierra” por las malas decisiones que tomamos, por las difíciles circunstancias que nos rodean y / o que hemos contribuido a crear. Llegamos a sentir que no valemos nada. Puede incluso aparecer así a los demás de tu entorno. Pero no importa lo que ha sucedido ni qué va a pasar, no olvide que jamás pierdes tu “Valor”.