Alguien te hirió, tal vez ayer, tal vez hace una pila de años, y no puedes olvidarlo. La herida fue profunda, y continúa doliéndote hoy.
No estás solo. Todos nos hacemos camino a través de la confusión de un mundo en el que aún la personas bien intencionadas se lastiman unas a otras.
Al entrar en relaciones personales profundas, solemos abrirnos al riesgo de ser heridos.
El perdón es un invento de Dios pensado para conciliarnos con un mundo en el cual, a pesar de las mejores intenciones, las personas se comportan injustamente unas con otras y se hacen profundo daño. —Lewis B. Smedes
Él partió perdonándonos a nosotros. Y nos invita a todos a perdonarnos unos a otros. Ejercitar el perdón es nuestra más sublime contribución a la sanación del mundo. – Marianne Williamson